El último buen día del año

En el último buen día del año
quiero dejar de hacer todas las cosas que me hacen daño,
quiero beber hasta emborracharme
con el agua que llueve de tu boca cuando se derriten tus labios.
Quiero despertar aunque no este despierto
y pretender que mientras dormía mis ojos estaban abiertos.
Quiero subirme al tejado y gritar con todas mis fuerzas
y al bajar fingir que mi vida siempre fue normal.

Quiero pensar que mis pesadillas son frascos de cristal
que se rompen cuando silbas,
que el hueco que deja tu culo en la cama cuando duermes
es el molde de la máscara que usa mi corazón asmático para respirar.

Quiero pensar que los dedos de tus pies
son los asientos del avión en el que despegan mis sueños
y creer que me da igual que las cosas me hagan daño
porque yo solo quiero conseguir olvidarme de que ya no estas a mi lado el día de mi cumpleaños.

Quiero conseguir clasificar todas mis lágrimas
y los miles de formas distintas que tengo de llorar.
Quiero pensar que pasa el tiempo y pasan los años
y que a veces no pasan en vano.
Quiero que quieras acordarte de que te quiero
y que a veces tu me querías.

Yo te lo recuerdo desde la distancia
en este mi último buen día del año,
y si no me he suicidado todavía
es porque una vez toque el cielo acurrucado entre tus brazos.